Capítulo 2 - Descubriendo lo desconocido.

 

Enfrente del hospital a las afueras de Barcelona
- ¿De verdad crees lo mismo que Carolina? - Pregunta Liam pensativo.
-Sinceramente, sí. Nadie nos ha dado una respuesta a lo que le pasó a Mark. Lo único que sabemos es que por alguna extraña razón se desmayó en el instituto, se lo llevaron al hospital, entro en coma y a las pocas horas murió. Es todo muy extraño, Liam. Todo. Y encima los médicos se limitaron a decir que no sabían lo que le había pasado. Pusieron fin a la historia, sin ningún por que - Dice, y se dirige a entrar en el hospital sin esperar a su amigo.
- Ya, eso es cierto... - le responde - pero, ¿asesinarlo?
- Para eso estamos aquí, para averiguarlo - dice Nathaly - recuerda lo que nos ha pedido Carolina. Necesita nuestra ayuda.
 Mientras se disponen a  buscar la planta donde estuvo Mark, Liam recuerda la conversación que tuvieron los Clan ayer al medio día.

-¡Ya era hora! – Dice Andrea nada más ver a Carolina entrar por la puerta – Eres la última.
-Perdón, pero es que no podía llegar antes, hoy salía más tarde de la universidad.
-¿Y para qué necesitas nuestra ayuda? – pregunta Liam que se encuentra un poco inquieto.
Todos, sentado en el suelo de la habitación de Nathaly, escuchan atentos lo que les dice Carolina – He estado pensando estos últimos días en todo lo que ha pasado acerca de Mark  y… - Se para al ver que le es muy difícil hablar de esto sin evitar llorar. Pero no puede hacerlo, le prometió a Mark que sería fuerte y lo va a ser.
-Y…  - dice Liam esperando a que Carolina acabe la frase - ¿Qué más?
-Creo que Mark fue asesinado– Y nada más terminar estas palabras se quedan todos un  largo tiempo en  silencio – . Alguien le metió algo en la bebida o en la comida…¡A saber!  Pero pensadlo bien, no sabemos nada, absolutamente nada de lo que pasó y los médicos  no nos han dado ninguna respuesta a la causa de su muerte. Pasa algo extraño.
Silencio otra vez.
Todos quietos, sin moverse piensan en lo que Carolina les acaba de contar, ¿será cierto lo que dice? nadie sabe nada acerca de su muerta  eso es evidente, ¿pero alguien habría sido capaz de asesinarlo, a Mark? Se preguntan.
En ese momento suena un móvil – Es mío – dice Liam mientras se levanta del suelo y se apartar un poco para hablar sin que nadie le oiga.  -Ahora no  puedo hablar. –Silencio- Si, si, es cierto. –Silencio- más tarde te llamo. – y cuelga.
Todos se quedan extrañados ante tal misteriosa conversación .¿Quien era? – pregunta Carolina la más  atrevida del grupo.
Eh… nadie. Nada importante. –Le responde nervioso.
-Carolina – la llama Andrea – estás totalmente segura de que…
-Por eso necesito vuestra ayuda – le dice interrumpiéndola – necesito que me ayudéis a averiguar si lo que yo creo es cierto. – dice, y empieza a contarle lo que había planeado hacer.

-¿Liam me estás escuchando? – Pregunta Nathaly ya un poco ofuscada.

-Sí, te escucho – dice volviendo a la realidad – Vayamos ahí– dice nada más ver a una enfermera entrar a una habitación donde deposita unos documentos en una estantería – Seguro que ahí guardan los expedientes de los enfermos.

Más tarde, en otra parte de la ciudad…
-Gracias por su visita. - Dice la dependienta y las observa como salen de la tienda. ¿Para qué querrán todas esas cosas? Se pregunta. Y sigue atendiendo a más clientes.
Carolina y Andrea se dirigen al ciclomotor de ésta última.  - ¿Estás segura de lo que vamos a hacer? – le pregunta a Carolina.  – Yo  he decidido ayudarte en todo lo que sea, Carol. Eres mi amiga.
- Gracias. – Le responde. – Sí, estoy segurísima. No sé que espero encontrar, la verdad, pero ahí dentro seguro que hay algo, estoy segura. - Y con estas últimas palabras se dirigen al Cementerio, adentrándose en lo desconocido sin saber que pueden encontrar.
Nada más llegar al cementerio, Carolina se queda pensativa ante el nicho de Mark. – Mark, ¿qué pasó de verdad? – dice casi en un susurro. Empiezan a asomare unas diminutas lágrimas en su rostro. Se enjuaga la cara. No va a llorar, se repite una y otra vez.
- Venga empecemos que no tenemos mucho tiempo – Dice Andrea rompiendo el silencio que se había formado. Coge un pico y empieza a golpear el nicho agujereándolo. 
Absortas cada una en sus pensamientos,   rompen poco a poco el nicho, hasta conseguirlo. Ya agotadas por el cansancio de tal esfuerzo, se sientan en el suelo contemplando el ataúd una vez que han conseguido bajarlo al suelo. – ¿Preparada? -Le pregunta Carolina a su amiga. Dicho esto, abre el ataúd. –Pero, ¡¿que…?! - Pálida sin poder creerse lo que está viendo, se sienta en el suelo.
-No entiendo nada… - dice su amiga una y otra vez, que se encuentra sentada a su lado también pálida por lo sucedido.

En ese momento recibe un mensaje, es de Liam.:
Nos vemos en casa de Nathaly. Daros prisa es importante.

Minutes después, en casa de Nathaly…
-¿Qué habéis descubierto? – pregunta Carolina sofocada por  las prisas al venir nada más entrar por la puerta.
- Sentaros – les dice, y cierra la puerta. -¿Lo cuentas tu o lo cuento yo? – le pregunta  a Liam.
-¿¡Qué pasa?! – gritan Andrea y Carolina  muertas por la curiosidad.
-Fuimos al hospital  y  entramos en la habitación donde guardan los expedientes de los enfermos – empieza a contar Nathaly – Buscamos por la G de su apellido, Gutierrez… - se para, coge aire y sigue hablando – No encontramos nada. Su expediente no estaba, como si nunca hubiese estado ingresado en aquel hospital.

-No me lo puedo creer – Dice Carolina. Se sienta, no puede más, ha sido un día de muchas emociones y sorpresas.Todo fue mentira. El hombre al que creía amar no existía.
- Pero no acaba ahí. – Prosigue Nathaly – Encontramos otro expediente con la foto de Mark, pero tenía otro nombre. Un tal…
- Alexandre García. – Dice Liam interrumpiéndola mientras de pie, mira por la ventana de la habitación. - ¿Vosotras que habéis descubierto? – les pregunta.
Andrea mira a Carolina, está estupefacta y ve que ella no va a ser la que va a responder a la pregunta. – No había nada – le responde.
Liam y Nathaly más tranquilos suspiran.
-Nada. El ataúd estaba vacío. -  Y con estas últimas  palabras, Andrea deja atónitos a sus dos amigos.