Capítulo 4. Todos en los que confias te pueden traicionar.

 

Leyó una y otra vez el mensaje, acongojada y con gran temblor en las manos, Carolina lanzó el móvil al suelo y asustada salió de la habitación. No sé podía creer lo que acababa de pasar. Se dirigía a casa de Nataly, allí se debían de encontrar todos los Clan’s después de una de sus reuniones esta mañana, tenía que verlos y hablar con ellos. <<No podía haber mandado Mark el mensaje, ¿no? O.. o tal vez si…>> se preguntaba sucesibamente mientras caminaba con paso firme hacia su destino. No sabía que pensar, en los últimos días había vivido grandes emociones acerca de Mark, pero ahora…

-Carol, tranquila ¿qué ha pasado? – le preguntó Nataly cuando al abrir la puerta la vio con rostro desesperado.

-Yo… recibí un mensaje … era.. era de… - no podía  articular palabra, en ese momento tenía la mirada perdida – era de Mark… De Mark – y al decir por segunda vez su nombre miró fijamente a Liam.

¿¡QUÉ?! – dijo Andrea nada más oír ese nombre – Es broma, ¿no? – le preguntó.

Todos miraron fijamente a Carolina esperando una respuesta, ella se limitó a negar con la cabeza. Sostenía una taza de té que Nataly le había preparado en la cocina, no se encontraba mejor, estaba muy asustada y no sabía que iba a hacer.

-Tranquila – dijo Nataly mientras la acurrucaba a su lado – estás con nosotros, no te preocupes.  ¿Quieres esta noche quedarte en mi casa a dormir? Mis padres hasta pasado mañana no vuelven a casa.

- Sí, gracias. – Le respondió – Te debo miles.

- No hay que darlas, somos amigas, ¿no? – y a abrazó con fuerza.

-  Volviendo al tema de antes – comenzó  a decir Liam – creo que lo mejor es recurrir a las autoridades, esto se nos está escapando de las manos. Tal vez sea una broma… pero no creo. Esto se ha convertido en algo muy serio.

- Yo estoy de acuerdo con Liam – dijo Andrea, que desde que Carolina había contado lo sucedido había permanecido en silencio – Creo que lo mejor es que otros se encarguen. Todo esto que está pasando te está haciendo mucho mal, lo mejor es que otros se ocupen y tú te relajes y olvides.

- Pero no es tan fácil. Ahora que sé una parte del gran misterio que envuelve a Mark tengo un millón de preguntas sin respuesta. Mark formaba parte de mi, imaginamos un futuro juntos, eramos felices y para mi él era todo. No puedo hacer como si nada pasara, como si todo siguiese en la normalidad y olvidarme – dijo Carolina apenada - ¿Tú piensas igual que ellos? – le preguntó a Nataly.

- Si – dijo ésta – pero esto forma más parte tuyo que nuestro y eres tú la que tiene que decidir. Yo te voy a apoyar en todo lo que decidas y te ayudaré en lo que sea. Todos los Clan’s – y miró de uno a uno a todos los que componían el grupo asintiendo a lo que Nataly había dicho.

 

 

Ya era tarde cuando Carolina despertó. Miró el reloj, marcaban las 20:05. <<¿Cómo podía haber dormido tanto?>> Se preguntaba.  Se sentó en la cama mirando al suelo. Suspiró. <<¿Qúe voy a hacer?>>

– Has dormido toda la tarde – dice Nataly con una sonrisilla junto a la puerta cuando la ve.

-¿Ya se han ido todos? – pregunta Carol al no oír ningún ruido en la casa.

-Si, hace un rato. – Dice. Y se acerca a sentarse a ella. – Andrea tenía que estudiar y Liaim se ha ofrecido a llevarla a su casa. -¿Tú qué tal?

- Mejor- Le responde - ¿Me puedes acompañar a  por algo de ropa y… a por el móvil? Lo necesito.

- Claro, vamos  - le dice mientras se pone en pie - ¿Dónde te has alojado está lejos de aquí?

No, a dos manzanas.

Y juntas se disponen a salir de la casa sin esperarse lo que una vez ahí pueden encontrar…

* * *

El edificio donde Carolina se aloja está rodeado por numerosas personas que vestían una bata blanca, son médicos.  En la puerta hay un coche de policía y un gran camión de color blanco y a su lado tres caras muy conocidas;  sobretodo dos de ellas, sus padres.

-¡Ahí está! – dice un hombre con bata blanca de aspecto mayor: mientras va corriendo hacia ella.

Carol asustada, pregunta a voz de grito -¿Qué es todo esto! – Sus padres se acercan a ella -¿Mamá! ¿Papá! – Pero ambos cabizbajos no dicen nada. Carolina da unos pasos atrás y tropieza con uno de los médicos; que de inmediato la agarra de los brazos –¡Soltadme! ¡Soltadme! – grita mientras opone resistencia a las numerosas personas que se la llevaban retenida - ¡No he hecho nada! ¿A dónde me lleváis!

-¡Soltadla! ella no ha hecho nada – dice Nataly solventándose del suelo una vez que ha sido empujada por uno de esos médicos- ¡Carolina! – grita su nombre en llantos de lágrimas  -¿A dónde la llevan! – le pregunta a la madre de ésta.

-La llevan a un centro psiquiátrico – responde – No está bien...

En aquel momento todo el mundo observa el espectáculo que entre llantos y chillidos está armando Carolina – ¡Mamá! ¡Papá! – grita una vez más entre lágrimas dentro de ese gran camión.

-Lo siento cariño… - dice la madre casi susurrando.

-Por favor! ¡POR FAVOR! – les dice suplicante – Papá, tú me crees, ¿verdad? ¡Papá! – le pregunta a su padre que aún no había pronunciado palabra.

-Yo… - empieza a decir; pero el coche ya ha arrancado y emprende su marcha.

 

 Ya no quedaba apenas gente en aquél lugar donde minutos antes Carolina era llevada a un centro psiquiatrico.
 - No me puedo creer lo que habéis hecho... - dice Nataly limpiándose las lágrimas - No me lo puedo creer. ¿Es vuestra hija! ¿Cómo le habéis podido hacer eso! - les dice en un ataque de nervios. - Ella nunca os ha defraudado, os quiere y es una hija excepcional. Jamás os ha mentido y sobre el asunto de Mark, ¡dice la verdad! Yo la creo, porque es mi amiga y sé que ella jamás me mentiría y tambíen porque yo vi lo que ponía en los documentos del hospital. Parece mentira que seáis sus padres cuando no la apoyáis y dudáis de ella a la primera. - Y sin dejar que les responda, Nataly se va de aquel horribe lugar.